Fibroadenoma de mama, ¿qué es y cómo tratarlo?

Un fibroadenoma de mama puede ser causa de ansiedad y preocupación para cualquiera, especialmente si nunca antes se había oído hablar de ese tipo de lesión  en concreto. Si te han diagnosticado un fibroadenoma, es probable que desees saber más sobre esta patología y cuáles son tus opciones para el tratamiento.

Es posible que ni siquiera sepas si el tratamiento es necesario o deseable. Conscientes de ello, hemos recopilado toda la información que necesitas para tranquilizarte. Aquí intentamos informarte un poco más sobre este tipo de lesión y ayudarte a comprender cuándo es necesario el tratamiento y cuál sería la opción más apropiada para ti.

¿Qué es un fibroadenoma?

En primer lugar, es necesario que sepas qué es realmente un fibroadenoma.

Un fibroadenoma es una lesión benigna de la mama muy frecuente. Cuando son palpables pueden delimitarse bien con la mano y son móviles, dando a veces una sensación escurridiza, como si hubiera una canica bajo la piel.2 El tamaño oscila desde pocos milímetros a varios centímetros (la mayoría son de 1 a 3 cm).1 Muchas veces aparecen durante la pubertad, pero son más frecuentes en mujeres de poco más de veinte años.1 No obstante, este tipo de lesión es posible en mujeres de cualquier edad.

Por lo general, los fibroadenomas son indoloros, pero en ocasiones se vuelven sensibles y molestos, normalmente justo antes del periodo menstrual, o si se encuentran en zonas que puedan rozar con el sujetador.1

¿Qué diferencia hay entre los fibroadenomas simples y los complejos?

Hay más de un tipo de fibroadenoma, pero el tipo más frecuente es el ‘fibroadenoma simple’.

Los fibroadenomas simples suelen medir entre 1 y 3 cm, son lisos al tacto y no aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama en el futuro​.1 Si pudieras observar un fibroadenoma simple al microscopio, verías que tiene el mismo aspecto por todas partes.1

Por el contrario, si pudieras ver con un microscopio lo que se conoce como fibroadenoma complejo, verías que algunas de las células tienen características diferentes.1 Este tipo de fibroadenomas puede aumentar muy ligeramente el riesgo de desarrollar cáncer de mama en el futuro y es posible que aumenten de tamaño.1

Existen otras variedades de fibroadenoma menos frecuentes como los fibroadenomas gigantes y los juveniles, nombres que se aplican, respectivamente, a fibroadenomas que miden más de 5 cm y a los que se detectan en mujeres más jóvenes o adolescentes.1

¿Por qué se forman los fibroadenomas?

Aunque se desconocen las causas exactas que llevan a la aparición del fibroadenoma, se cree que puede estar causado por una hipersensibilidad a los estrógenos (hormonas producidas por la mujer en mayor medida durante la época fértil de la vida).3 Los fibroadenomas son más frecuentes en las mujeres de 20 a 40 años de edad, que es el periodo de mayor capacidad fértil.2 También se cree que con frecuencia pueden crecer durante los ciclos de tratamiento hormonal o durante el embarazo. Por otro lado, pueden reducir su tamaño después de la menopausia, cuando disminuyen los niveles de estrógeno.3

La mama está formada por glándulas productoras de leche y por tubos llamados ‘ductos’ que transportan la leche al pezón.1 Las glándulas y los ductos forman lo que se conoce como lóbulos, que están rodeados por tejido fibroso y graso, que ocupa la mayoría del volumen mamario.1

En esencia, los fibroadenomas se forman cuando el tejido glandular y los ductos crecen en mayor medida en los lóbulos, se condensan y dan lugar a un nódulo sólido.1

¿Cómo se diagnostica un fibroadenoma?

Los fibroadenomas son una causa frecuente de bultos en la mama y es importante que consultes a tu médico para que pueda confirmar el diagnóstico.

  1. Tu médico te preguntará primero por tus antecedentes médicos.
  2. Después, puede pedirte permiso para hacerte una exploración, y te podrá preguntar si prefieres que esté presente una enfermera.
  3. Si lo considera necesario después de la exploración, te recomendará realizar una ecografía o una mamografía (rayos X).

Estas pruebas pueden bastar para que el médico dé un diagnóstico, sin embargo, si el resultado no es definitivo, puede optar por practicar una biopsia.

La biopsia de mama es una prueba diagnóstica por medio de la cual se extrae una pequeña muestra de tejido mamario de la lesión; después, la muestra se envía al laboratorio para que la examine el anatomopatólogo. El motivo principal por el que se realiza una biopsia de mama es determinar si un nódulo es o no un cáncer, y en caso de que no lo sea, diagnosticar exactamente qué tipo de lesión benigna es.

Cuando se realizan determinados tipos de biopsia, es posible extraer la lesión completa y de esta forma, en el caso de un fiboadenoma, extirparlo. Si bien la exploración física y las pruebas de imagen pueden orientar el diagnóstico, la biopsia es el único procedimiento que permite determinar definitivamente si el nódulo mamario es o no un cáncer.4 Si la mamografía o la ecografía aportan suficiente información, no será necesario hacer otras pruebas.

En ocasiones, el médico puede recomendar hacer controles durante un máximo de dos años para confirmar que el nódulo no crece. Sin embargo, si el médico lo considera oportuno, recomendará una biopsia.

Por lo general, no es necesario ningún tratamiento para un fibroadenoma de mama. La mayoría no cambian de tamaño o desaparecen espontáneamente. Sin embargo, si el nódulo crece, causa molestias, deforma la mama, o la paciente decide que se lo quiere quitar, el médico puede indicar su extirpación.

Extirpación de un fibroadenoma de mama

La extirpación del fibroadenoma se puede hacer de dos formas.

La primera es mediante una operación en quirófano en la cual se hace una incisión en la piel y se procede a la extirpación quirúrgica del fibroadenoma.4 Esta intervención suele hacerse con anestesia local o general, puede dejar cicatriz y, durante algunos días después de la operación, la zona estará dolorida e inflamada.

La segunda opción es una biopsia de escisión asistida por vacío. Esta intervención utiliza una técnica relativamente nueva y constituye una alternativa mínimamente invasiva para la extirpación de los fibroadenomas, que no precisa ingreso en el hospital ni se realiza en un quirófano. Se hace con anestesia local y requiere un pequeño corte en la piel de la zona afectada, de una longitud aproximadamente igual a medio grano de arroz. A continuación, se inserta una aguja en la mama, guiada por ecografía, y mediante la acción de un leve vacío se aspira el tejido por la aguja; al mismo tiempo, una hoja de bisturí rotante corta el fibroadenoma y, poco a poco, lo extrae.7 La biopsia de escisión asistida por vacío es la opción terapéutica recomendada por el National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) para la extirpación de fibroadenomas en el Reino Unido.6 Por lo general, la intervención no deja cicatriz; sin embargo, puede causar inflamación y dolor durante los días posteriores, aunque más leve que si la extirpación se hace con cirugía.

Aunque detectar un nódulo en la mama puede ser un motivo de preocupación al principio, entre un 80 y un 85 por ciento de los nódulos mamarios no son cáncer.4 No obstante, es importante acudir al médico si se detecta alguna anomalía.

Para más información sobre los nódulos mamarios, fibroadenomas de mama y la salud de la mama en general, consulte nuestra sección “Saber más”.

Referencias

  1. https://www.breastcancercare.org.uk/information-support/have-i-got-breast-cancer/benign-breast-conditions/fibroadenoma
  2. https://www.cancer.org/cancer/breast-cancer/non-cancerous-breast-conditions/fibroadenomas-of-the-breast.html
  3. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1497021/
  4. https://www.nice.org.uk/guidance/ipg156
  5. Mayo Clinic: Breast Biopsy, What you can expect. Available at: https://www.mayoclinic.org/tests-procedures/breast-biopsy/about/pac-20384812